«No
los vas a ver más si yo puedo evitarlo. Cuando estabas en casa no les hacías ni
puto caso, me tocaba a mí apechugar con todo. Aparecías a las tantas con la
excusa del trabajo y reuniones inaplazables. Vete tú a saber. Ahora, cada
quince días, quieres hacer de papi maravilloso, darles todos los caprichos,
pues va a ser que no. Además, son ellos los que se niegan. ¿No lo has notado?
No, no les echo la mierda encima. Son niños, pero ya se han dado cuenta de que
eres un mal bicho, del daño que has hecho a su madre. Ahora apechuga con tus
actos. No me insultes que te denuncio».
«¿Qué
te has quitado las bragas? A ver si te vas a constipar. En cuanto llegue a casa
te voy a empotrar contra la pared. ¿No ves que me pongo cachondo cuando me
dices esas cosas, hija de puta? Se me ha puesto morcillona y va a asomarse a saludar en cualquier momento, la
cremallera va a dar un reventón. Cómo te gusta provocarme. ¿No tuviste bastante
con lo de anoche? Tus tetas me hipnotizan y lo sabes Vane».
«Eres
muy grande, el puto amo, un crack. Te
quiero mucho machote. —Mientras habla a grandes voces, con lengua la lengua
gorda y pastosa, su boca despide un chaparrón de perdigones que salpican el
asiento delantero. Acaso algunas, salvan el parapeto y van a aterrizar entre los
cabellos mechados de una joven, brillantes de peluquería—. No te vengas abajo
chaval. Me jode mucho verte tan plof.
La Patri es una furcia que no te
merece. Voy para tu casa y nos vamos de fiesta toda la noche. Lo vamos a pasar de
puta madre. Te presentaré a un montón de chicas súper simpáticas, pibones que te van a hacer olvidar las
penas. Para eso estamos los amigos».
«Martuchi ¿Te acuerdas de mi Crush? Maikel, ese chico de segundo de bachiller, tan guapo y tan cachas. Lleva
dos días tirándome fichas. Me ha pedido el número de wasap, quiere quedar a
solas conmigo. ¿No te parece top? Tranqui, que va en plan legal, no es para
un lío. Te digo que va en serio. ¿Te has fijado en el cuerpazo que tiene?
Seguro que va todos los días al gimnasio. ¡Qué pesada con que ese lo que quiere
es lo que quiere! Lo que pasa es que estás en plan celosa. Pero no es mi culpa.
Deja a tu empanao. Búscate a un tío
de verdad que te haga sentir viva. Me parece muy fuerte que no te alegres de
que me vayan bien las cosas. ¿Superficial? ¡Vete a la mierda amargada!»
«¡Echa
el arroz que ya estoy en plaza Elíptica! A fuego lento, que no se arrebate el
guiso. No lo pierdas ojo que te conozco. Lo meneas de vez en cuando para que no
se pegue, cogiéndolo por las asas. No andes metiendo el cucharón y removiendo sin
ton ni son que pierde mucho sabor. Cuando notes que se está cuajando le pones
una pizca de azafrán ¿Qué cuánto es una pizca? ¿No te fijas en mí cuando lo
echo, so torpón? Un par de pellizcos bien espolvoreaos.
¡Pero si te lo dejo casi a punto y ni así! Hay que ver, qué poco te luce tanto
seguir a Arguiñano. Nada más te quedas con los chistes y las tonterías. A ver
si un día me das la sorpresa y haces la comida, pero no lo verán mis ojos».
«Buah
chaval, ¿viste que gol de rabona metió ayer Ángel? Sí, el del Geta. Se vino abajo el Coliseum. Ese lo clava
Messi y tenemos sesión continua toda la semana. Tertulianos futboleros, se os
ve mucho el plumero. Si, me ha salido con rima y todo. Soy un artista. Tenemos
un equipo muy compensado en todas sus líneas. Que sí, que este año nos metemos
en Europa fijo.»
«No
me cabe en la cabeza como tanta gente puede votar a partidos machistas,
sexistas, xenófobos y homófobos. Deberían prohibirlos presentarse a las
elecciones. No, no estoy de acuerdo contigo. En democracia no tenemos cabida
todos, hay ciertas líneas que no podemos traspasar. ¿Qué se me ve mucho el
plumero? Yo no me escondo, voy a votar a Errejón, savia nueva y progresismo
para el país. No podemos volver atrás y perder los derechos conseguidos. No me
digas más niñata, tú vas a votar al guaperas
de Pedro Sánchez. Más a la derecha no te lo consiento».
Dejo
la lectura. Con estos vecinos tan locuaces y estentóreos no hay quien se concentre.
Además de que uno tiene su pudor. Saco el móvil del bolsillo para estar en
igualdad de condiciones. Busco en Google
el significado de las siglas GNC que han llamado mi atención. Gas natural
comprimido. «Este autobús se desplaza con GNC» es el eslogan que aparece a
menudo en la pantalla. Será uno de los combustibles que potencian nuestros
gobernantes porque producen bajas emisiones a la atmósfera. Pienso que si algún
equipo de científicos enfocara sus estudios hacia el almacenaje y reutilización
de la energía verborréica sería la mejor solución, los autobuses levitarían.
Sería de lo más ecológico y llegaríamos siempre en hora.
Mientras
tanto, maldigo en mi interior a las operadoras de telefonía móvil por ofrecer
como coletilla en todas sus ofertas las llamadas ilimitadas gratis.